9 abr 2015

Vivir en 55 m2 con amplitud

No sé qué tienen las casa pequeñas que me encantan, bueno, no todas claro! Me gustan las que como la que hoy os enseño, de 55m2 situada en Estocolmo y para dos personas, son un ejemplo claro de que con un buen proyecto de interiorismo los metros se pueden multiplicar. Hay tres puntos esenciales en los que hay que hacer hincapié tanto en lo referente al espacio como al mobiliario, si queremos obtener esta sensación de amplitud.

Distribución fluida: En este apartamento se han eliminado al máximo los elementos divisorios, creando un espacio diáfano de fácil circulación en el que sólo el baño tiene su propio espacio. Para darle algo de intimidad al dormitorio han optado por un elemento de muy bajo impacto visual, una pared de cristal que además deja pasar la luz.




Unidad cromática y de materiales: La base en todos neutros que predomina en toda la vivienda tanto en el mobiliario como los textiles, sumado a la elección de materiales de gran homogeneidad para los fondos (suelos, paredes y cerramientos), crean un espacio único, sin limitaciones por zonas, que amplía visualmente las estancias al percibirse como un todo.




Potenciación de la luz natural:  La entrada de luz se encuentra en una única pared que recorre todo el ancho de la vivienda. Para aprovecharla al máximo, han dejado que entre sin el obstáculo que podrían suponer unas pesadas cortinas, sólo hay unos estores enrollables que durante el día permanecen recogidos. El tabique de cristal separando el dormitorio es otro recurso que permite que éste se inunde también de luz natural. Por último, el uso de una madera en tono claro para el suelo y las paredes blancas ayudan a que la luz rebote y se multiplique.





Con estos tres puntos básicos ya resueltos y para crear puntos focales que creen perspectiva y elementos de interés en la decoración, han añadido pinceladas de negro y colores oscuros en los complementos decorativos. Claro ejemplo son la lámpara, los cuadros o las piezas que quedan expuestas sobre los muebles de cocina.







La unidad cromática cromática y decorativa no lo han descuidado en ninguna zona de la vivienda, tampoco en la única habitación que es independiente del resto.






En definitiva un claro ejemplo tanto de distribución como de decoración en lo que a una vivienda de estilo nórdico se refiere. Una espacio pensado para un estilo de vida, unas costumbres e incluso un clima concreto. Porque una casa proyectada sin tener en cuenta todos estos factores, por muy bonita que sea, tendrá un diseño que no resultará práctico y por lo tanto no se sostendrá con el tiempo.


¿Y vosotros, seríais felices viviendo en una casa así?




Fotografías: Vía

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